Monia (Sonja Richter), una joven algo extraña que puede estar en medio de una crisis nerviosa, camina sola por las calles de Gotemburgo. Al pasar por un siniestro callejón ve a un hombre gravemente herido, luchando por respirar. El hombre ha sido atacado por el "asesino de la bayoneta", un serial killer que ha estado asolando la ciudad en el último par de meses. Monia inmediatamente se sumerge en un misterio que sólo ella y al extrañamente solícito y filosófico Frank (Jonas Karlsson) interesa. Mientras Monia se topa con un asesinato tras otro, se enfrenta a un matón sombrío (Kristoffer Joyner) que, sospechosamente, siempre aparece en cada escena del crímen.
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